Tumor: aumento anormal y sin control (anarquía celular) de un tejido cuyo crecimiento excede y no está coordinado con el crecimiento de los tejidos normales, y continúa creciendo, tras el cese de los estímulos que lo provocaron;
Los tumores benignos se caracterizan por ser normalmente de crecimiento lento, encapsulados y por no metastatizar; crecen por expansión y suelen tener un riego sanguíneo adecuado. Las cifras mitóticas son pequeñas y las células están bien diferenciadas; una vez extraídas completamente no vuelven a desarrollarse.
Los tumores malignos crecen rápidamente, infiltran los tejidos circundantes y normalmente metastatizan. Las cifras mitóticas son importantes y las células son anaplásicas; el riego sanguíneo suele ser adecuado pero el rápido crecimiento puede hacer que se produzca un cuadro necrótico. Son progresivos y suelen producir la muerte del huésped.
Los tumores espontáneos normalmente se comportan de manera diferente en cada paciente; los veterinarios podemos convertirnos en mejores clínicos, investigadores y terapeutas siguiendo: la investigación básica, que ha conseguido un mayor conocimiento del crecimiento tumoral en los niveles celular y subcelular; la investigación clínica, que ha determinado muchos efectos tumorales y está empezando ha reconocer los métodos de predicción del comportamiento y la respuesta terapéutica; y observando a los histopatólogos y patólogos clínicos, quienes han proporcionado los medios de diagnósticos tumorales más exactos y eficaces.
Factores que determinan el predominio de tumores
En perros y gatos la edad provoca que el riesgo de padecer tumores malignos se acreciente.
Ciertas razas de perros tienen un riesgo extraordinariamente elevado de desarrollar tumores malignos; así los perros de raza gigante tienen más probabilidad de desarrollar sarcomas osteogénicos; por otro lado, los perros braquicéfalos son más propensos al desarrollo de tumores de células cebadas que los mesacéfalos y dolicocéfalos.
En cuanto al color, mientras los perros de color oscuro desarrollan el melanoma maligno más comúnmente que los de pigmentación clara, los gatos de color blanco tienen riesgo de desarrollar carcinomas celulares escamosos de orejas y cara.
El sexo es indicativo para comprobar que los machos, gatos y perros, tienen más riesgos que las hembras. Comprobamos que en el can macho existe mayor riesgo de desarrollo de neoplasias malignas de la cavidad bucal que las hembras además, los tumores de la glándula perianal se dan casi exclusivamente en ellos. El gato tiene también un riesgo muy superior al de la gata de desarrollar un linfosarcoma. Es importante caer en la cuenta de que la castración, en perras y gatas, disminuye muchísimo el riesgo de padecer cáncer de mama.
Causas que pueden ser a veces necesarias antes que un agente etiológico especifico pueda convertir células normales en tumorales:
Los virus oncogénicos RNA (oncornavirus) son muy importantes en los gatos (así como en las enfermedades felinas no neoplásicas) como causa del complejo leucemia-sarcoma. El virus de leucemia felino (FeLV) es el más extendido de los oncornavirus y actúa sobre la célula utilizando un enzima llamada polimerasa del DNA dependiente del RNA, el cual puede hacer copias del DNA a partir del RNA viral. El DNA viralmente especificado se incorpora al DNA celular y las células pueden transformarse en neoplásicas. Se transmite de manera horizontal (contagio) y puede ser también intrauterina. Los fibrosarcomas multicéntricos se desarrollan cuando el FeLV procede como un virus favorecedor en presencia de otro oncovirus, el virus de sarcoma felino (FeSV).
Los virus DNA oncogénicos conforman un grupo causante de tumores en perros; el virus del papiloma oral canino produce masas verruciformes múltiples en las mucosas y en la lengua, cuando se produce inoculación directa o en contacto con mucosas.
El único tumor trasplantado por células intactas de perro a perro, sin la ayuda de factores carcinogénicos, es el tumor venéreo transmisible canino (TVT) ; se transmite normalmente por el coito y las lesiones suelen hallarse en el pene y en la vagina. El contacto orogenital tolera la inserción celular en la cavidad oral y la nariz, las suspensiones de células completas inyectadas subcutáneamente pueden provocar un tumor que puede ser utilizado para estudios comparativos oncológicos; las células se dividen, crecen, incluso pueden metastatizar, sin embargo, las células propias del huésped no se transforman en tumor.
Los tumores mamarios en el perro y el gato parecen depender de la influencia de las hormonas ováricas. La gestación, seudogestación, regularidad estral y los partos o fecundidad en la perra, no tienen ninguna influencia sobre el riesgo de aparición tumoral. La castración, tema al que ya nos hemos referido, después del diagnostico no modifica la inmutabilidad. Otros tumores que pueden estar relacionados con la influencia hormonal son los de glándulas tiroideas, próstata, gónadas y glándulas adrenales. La precaución y el seguimiento debe ser la base de todo tratamiento hormonal a largo plazo.
El único medio importante de radiación causante del cáncer espontáneo en los animales domésticos es la irradiación ultravioleta de la luz solar. Susceptibles al carcinoma de células escamosas son el gato blanco, el collie y el Shetland; el primero desarrolla eritema de la punta de las orejas que puede evolucionar a inflamación crónica y, más adelante, a carcinoma de células escamosas; el riesgo relativo aumenta considerablemente en los lugares expuestos al sol, orejas y nariz. El predominio de esta neoplasia inducida por los rayos ultravioletas no parece tan grande en los perros como en los gatos.
En los perros las áreas hipopigmentadas posteriores al plano nasal pueden ser apropiadas a la inducción de tumores y la patogenia es similar a la del gato blanco; en perros sabuesos que viven en una gran altitud se ha percibido un alto predominio de hemangiomas y hemangiosarcomas inducidos por el sol del área temporal no pigmentada.
Los rayos x y los isótopos radiactivos pueden originar neoplasias experimentales en perros y gatos, sin embargo no se ha descrito ninguna evidencia sobre esto.
Aunque una simple lesión es poco probable como causa de cáncer, el traumatismo repetido o la irritación crónica son factores coincidentes de estimulación de tumores. Podemos asociar con incidencias traumáticas al sarcoma osteogénico (el cual se forma habitualmente en las regiones metafisarias del cúbito y radio de perros gigantes), el fibrosarcoma canino y felino (con un desarrollo rápido de tumores en el lugar del traumatismo), y a los tumores mamarios (se suelen producir en las glándulas mamarias caudales y lo asociamos, sobre todo, a los traumatismos repetidos de las glándulas más pendulares).
En ciertas zonas se ha relacionado cierto parásito (Spirocerca lupi) con tumores del esófago, estómago y aorta, ya que el parásito se encuentra con mucha frecuencia dentro del tejido tumoral. Este parásito se encuentra sobre todo en Hong Kong.
Otro tipo de causa que puede ser necesaria para convertir células normales en tumorales son las de origen congénito; los nefromas embrionarios pueden aparecer en los perros, una anomalía en la embriogénesis sería la causa probable del tumor.
Aunque los tumores no se dejan en herencia, la predisposición a su desarrollo sí puede ser hereditaria; algún factor que el animal herede (por ejemplo el color del pelaje en los gatos) puede influir en el desarrollo de posibles tumores. Una intensa reproducción puede haber permitido que los oncogenes sean seleccionados inadvertidamente y pasen a la descendencia.
Por último, algunos estudios experimentales demuestran rotundamente que muchos tumores pueden estar inducidos por estimulación carcinógena intensa. Los únicos tumores espontáneos con evidencia epidemiológica importante que nos indican estar inducidos por carcinógenos químicos son el carcinoma escamocelular amigdalino y el mesotelioma maligno.
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